La Comunicación Interna es una parte fundamental de las empresas, y a mayor tamaño de la misma, más necesaria es. El equipo humano que compone una organización es el elemento inherente para la misma. Suena redundante y obvio, sin seres humanos no hay organización. Entonces, con un poco de sentido común concluimos que cuanto mejor funcione ese equipo mejores serán los resultados para la organización en sí.

A este conjunto humano se lo suele llamar cliente interno, para separarlo del ya conocido cliente externo. Para que ese grupo de personas dé los mejores resultados se necesitará cubrir sus necesidades, algunas básicas y otras secundarias. Nadie dice que no; la tarea de mantener a un equipo motivado y orientado a conseguir resultados de excelencia no es fácil, es un desafío. Son cientos de cientos las situaciones que afectan a diario a los empleados, como seres humanos que han de ser.

Todavía algunos piensan que lo que los diferenciará de sus competidores será el producto. Es decir, todo suma, la complejidad del servicio prestado o el producto a vender, pero lo que más hay que cuidar es la calidad de ese motor de producción interno, el que está al centro y adentro de mi empresa. Para decirlo en criollo, de un modo entendible, hay que lograr que ese equipo humano se ponga la camiseta, y cuando menos se sienta a gusto en su lugar.

El objetivo es lograr un ida y vuelta, una comunicación corporativa con todas las letras, que atraviese todos los pasillos de la empresa. No sólo transmitir los mensajes de la línea hacia abajo, sino lograr la participación también de los empleados. Que todo se convierta en una política de la web 2.0, participativa, cooperadora, una comunicación multidireccional. Lograr, en términos profesionales, el feedback, y recordar ante todo que comunicar no es solamente informar.

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